domingo, 25 de febrero de 2018

Excursionistas y anarquistas


Excursionistas y Anarquistas

Una introducción a la ‘Unió de Grups Excursionistes Llibertaris’.

La montaña es tierra de locos, de mentes inquietas, de forajidos de la civilización. Decía Alessandro Gogna, destacado alpinista italiano y fundador del Mountain Wilderness, que ‘el camino hasta la cima es, como la marcha hacia uno mismo, una ruta en solitario’. No es extraño pues, encontrar anarquistas pululando por estos inhóspitos lugares.
Salir de los barrios dormitorio para evadirse en la montaña es un ejercicio infinitamente más revolucionario que hacerlo yendo al bar para ahogar las frustraciones en litros de cerveza. Las montañas son nuestro espacio de liberación, de encuentro y de superación personal. Vale la pena correr el riesgo de conectar con ese lado salvaje que nos mantiene vivos, lejos de la rutina y la aglomeración urbana, que además sirve de lugar de encuentro con otros compañerxs con los que nos sentimos identificados y que nos aportan conocimientos y experiencias.

Orígenes y experiencias históricas 

Como era de suponer, tenemos un buen listado de precursores de la actividad que nosotrxs emprendimos hace ahora 5 años. Ya a principios del s. XX se recogen numerosos ejemplos de grupos libertarios que orientaban su actividad a la organización de eventos lúdicos, culturales y deportivos. Así, encontramos en el Boletín de la Escuela Moderna diversas prácticas relacionadas con la actividad física, como excursiones, paseos, subidas al monte, baños y natación. En la Institución Horaciana de Cultura, de la que se tiene noticia desde 1910, se incluían actividades de esparcimiento para los más pequeños, con posibilidad de que les acompañasen las madres y los padres, como excursiones a la montaña y a la playa, para aprender a nadar. (Solá, 1978). En el ámbito anarcosindicalista también se recogen numerosas experiencias de veladas deportivas (boxeo, frontón, carreras de velocidad y de duración, fútbol…), en las que tomaban parte los afiliados o militantes del sindicato y que en ocasiones se organizaban entre varias federaciones, gozando estos eventos de una gran popularidad. Por último, se organizaban excursiones al campo y a la montaña, con el objetivo, principalmente, de fomentar la cohesión de la colectividad. (Cuevas Noa, 2003)
Hay que destacar también dentro de este periodo la labor de las Juventudes Libertarias (JJLL), que estuvo muy marcada por los acontecimientos bélicos que se sucedían y que llevaron a tomar dos decisiones que abordaban la educación física. Por una parte, se dio importancia a la educación premilitar, como preparación para la guerra y por otra se realizaron actividades deportivas como atracción de la juventud a los centros juveniles libertarios (Fernández Soria, 1996). Con estos propósitos las JJLL consideraron la necesidad de crear un movimiento deportivo que aunara a toda la juventud y que tuvo su primer intento en la constitución de la Organización Cultural Deportiva Española, en cuyos estatutos se refleja que su finalidad es “elevar el nivel cultural y deportivo en España que responda a los anhelos de la juventud sin distinción de sexo, creando para ello los medios necesarios” (Fernández Soria, 1996). No llegó a constituirse formalmente, pero sí lo hizo otro organismo llamado “Airesol”, donde se centraron todas las energías de la juventud española encaminada al desarrollo de la cultura física y la práctica deportiva.
A través de este movimiento cultural, las JJLL trataron de promover la práctica del deporte amateur, pues solo este tipo de deporte sintonizaba con los ideales de unidad, defendía la competencia honrada, favorecía la fraternidad y evitaba el embrutecimiento de quienes lo practicaban (Fernández Soria, 1996). Se oponían al deporte-espectáculo, que propiciaba el mercantilismo y la espectacularidad frívola, que se mostraba más pendiente de la excepción que de la salud general. En resumen, las JJLL debían impulsar el deporte en la juventud como una manifestación tendente al equilibrio físico y moral.
En el movimiento naturista de los años veinte, muy ligado al movimiento libertario, también proliferaron las actividades al aire libre. Excursiones, baños, danza y todo tipo de disciplinas deportivas se realizaban en los grupos naturistas de la época, que buscaban salir de la ‘artificialidad’ moderna que vino tras la industrialización. Ante la proliferación de vicios como el café, el alcohol o el tabaco, ellos proponían dietas vegetarianas, actividades en la montaña y alejarse de las ciudades.

La filosofía no competitiva en Catalunya

Claro está que si en las escuelas de hoy en día se apostara por conceptos como la competencia bien entendida, el compañerismo, la superación bajo nuestros propios límites…otro gallo cantaría en lo que al deporte se refiere. Hemos convertido la actividad física en un acto competitivo e individualista, como todo lo que se ejerce bajo la tutela del capitalismo. Ganar al adversario es lo que pregonan los deportes mercantilistas y los grandes espectáculos. Los héroes deportivos de nuestrxs hijxs salen a ganar, no a disfrutar ni a compartir.
Nuestra forma de entender la competición es completamente antagónica a esto y creemos necesario seguir creando las estructuras organizativas necesarias para que la práctica deportiva vuelva a ser un valor que añadir a la formación personal, y no a las arcas de la industria del deporte.
En Cataluña, hay diferentes asociaciones que centran su actividad en la práctica del excursionismo con fines como la recuperación de la memoria histórica, solidarios, culturales, etc. La ‘marxa homenatge als maquis’ o el colectivo ‘a les trinxeres’ hace años que dan visibilidad a la lucha guerrillera del ‘maquis’ catalán a través de rutas y visitas guiadas. La red de grupos que forman las ‘punktrail’ de la zona de Manresa, organizan cursas por montaña de carácter solidario, totalmente gratuitas y sin cronómetro ni premios. Otras cursas como la Kedada de Castellterçol o la que organizan en Monistrol de Montserrat parten de la misma premisa no competitiva.

La implantación de la UGEL en Cataluña

Nuestra federación de grupos surge de la necesidad por llevar a todos los ámbitos de la vida obrera nuestro ideal. Es una forma de expresar mediante el deporte y la actividad en la montaña nuestra forma de entender el mundo, con unas formas de decisión y organización de las actividades que sirven como ejercicio práctico de la praxis revolucionaria.
Hace ahora cinco años que la Unión de Grupos Excursionistas empezó su actividad. Durante este periodo se han organizado charlas, salidas divulgativas, campañas de concienciación, rutas para la recuperación de la MMHH, etc.
La UGEL se auto-gestiona con las cuotas de sus socios y la venta de material diverso con el que financiar toda la actividad de la federación, como la que ahora mismo se está desarrollando por la recuperación del GR-179. No se reciben ni se quieren recibir subvenciones. De esta manera la Federación se siente cómoda y libre de poder tomar las decisiones que considere oportunas.
Los grupos y afiliados a la Federación han ido en constante aumento durante este período de gestación y consolidación. El seguro de accidente en el que la Federación está trabajando puede resultar el detonante para que mucha otra gente que practica deportes de montaña se decida a formar parte en esta iniciativa.
Durante este año se van a realizar muchas y diversas actividades en el marco del quinto aniversario que esperamos sirvan para afianzar la buena trayectoria de esta necesaria organización.
Nos vemos en las alturas. Salud.

Avelino Igual.
Secretaría de Organización de la UGEL.
















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